miércoles, 1 de febrero de 2012

El afán de la creatividad

Ante una pregunta y enfrentado al desafío de tener que explicar el misterio del afán de creatividad, que asedia a una parte importante de la humanidad, quizás a aquellos que tienen sus sentidos y su mente más en estado de alerta inestabilidad y de ansiosa expectativa, solo puedo decir que, en lo general, y mirando atrás en la nebulosa perspectiva de mi propia labor, me parece que todo ello obedece más bien a un intenso sentido de existencia. Un jolgorio quieto. Una exaltación imprecisa, un deseo súbito, caudaloso, de rendir tributo al gozo de estar ahí, frente al objeto que nos provoca... y se nos escapa. Una participación fulgurante de atrapar aquello, sea una imagen, una escena, un instante dramático, un matiz.

Extraviados bajo la lluvia - Acuarela 70 x 50 cms
Lo que sucede es que lo que estamos observando, nos enciende de pronto. Hay algo en ello que nos provoca vida. Vida como movimiento, como respiración, como palpitación ... y queremos repetir aquello, hacerlo de nuevo, incorporarlo. Permancerlo en nosotros. Y como extraviados en la multifacética presencia de la vida, queremos atraparlo para hacerlo, de nuevo, vida en nosotros. La paradoja es, que siempre hay algo que se nos escapa, algo que nos rehuye, que no se deja conquistar, y eso alimenta nuestra ansiedad. El hombre-artista es un voyerista impenitente. No se conforma con el objeto. Quiere poseerlo, incorporándolo en si. En esencia, al crear, uno posee.

Ahora, la reacción a ello es diversa, de acuerdo a la disposición de ánimo de cada cual. Hay algunos que enmudecen y permanecen en la zona del silencio. Talvés son aquellos que no se permiten el derecho de invadir su propia sensibilidad y prefieren, entonces, añorar creatividades, que siempre permanecen latentes en el limbo del arte, donde moran las obras eventuales o inconclusas. Hay otros que si se atreven.

El paseo de la virgen - Acuarela 70 x 50 cms
Entre ellos hay aquellos que quieren reproducir lo que perciben, ojalá con toda su existencia plena, tal como es, tal como se presenta y se exhibe, pero también hay otros que quieren justamente lo contrario: descubrir lo que no está, lo que adquiere aspectos extraños, presencias difusas, justamente para eso, para que no sea evidente su existencia. Es un juego de quita y pon, de tira y afloja, de toma y retiene . De ser o no ser, como suele ser todo lo impreciso que se refiere a lo humano. Son aquellos que también prefieren navegar en lo esotérico, lo nimbado, lo trascendental. Que descalifican lo obvio.

En relación a todo esto que está dicho, hay otro aspecto que conviene investigar, y que se refiere a que si nos aventuramos un poco más hondo, en las interioridades ocultas del ser humano, descubrimos que no todo puede ser expresado, si queremos evitar el riesgo de desarticularnos, desmembrarnos, estallar. Percepción difusa y huidiza si se quiere ser honrado. Percepción de si mismo que se refugia en lo más recóndito de uno mismo, e invade lo prohibido. Todo lo inexpresable, lo vulnerable, lo que de algún modo nos incomoda, o casi podríamos decirlo, nos aterra de nosotros mismos. Eso, lo reservamos, lo aislamos, para consumo de nosotros mismos , y en un cómodo artificio de nuestro intelecto, se lo adjudicamos al campo psicológico de nuestra naturaleza, propenso a ser tratado, quizás, solo en el estudio de un especialista, sin saber que el afán creativo reclama justamente esa región de nosotros, y es la razón última de ese afán. Expresar lo arcano, lo clandestino, lo prontuariable, de nuestro ser. Así lo vemos ... Darle forma a lo que somos, en verdad, y tememos tanto, ser. Quien sabe?

Camino a ninguna parte - Acuarela 70 x 50 cms (RESERVADO)
El arte, quizás, tenga esa última razón de ser. Hacer catarsis, expulsar, liberarnos. Vencer obstáculos para realizar una reconquista de nosotros mismos. No será esa la razón del jolgorio que sentimos cuando estamos frente a algo que nos representa, que es lo que queríamos decir? El gozo de una liberación? Quizás ...

1 comentario:

  1. Estimado señor,

    Su texto es revelador y hermoso. Me abre a una mirada nueva para entender el proceso creativo.
    Si bien soy de los que carecemos del talento de la creación artística y debemos conformarnos con intentar crear en dimensiones de la vida más estáticas y menos estéticas, también me resuena aquello de la necesidad de vida, de poseer algo que escasamente percibimos y se nos quiere esconder. Tratando en el proceso de conocernos.

    Hermoso y revelador. Muchas gracias!

    Guillermo Muñoz Herrera

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